jueves, 21 de junio de 2012

CARNE ROJA

CARNE ROJA

Cuando hablamos de carne roja nos referimos a la carne de ternera, buey y de cordero. Para llevar una dieta saludable, lo ideal es consumir este tipo de carne como máximo cuatro veces por semana.
Características de la carne roja
Cuando hablamos de carne roja nos referimos a la carne de ternera, buey y de cordero. Para llevar una dieta saludable, lo ideal es consumir este tipo de carne como máximo cuatro veces por semana.
Características de la carne roja
La carne roja tiene ese color debido a su alto contenido en mi globina. La mi globina es una proteína que se encuentra en el músculo y es de donde nuestro organismo obtiene el hierro.
Este tipo de carne, es importante fuente de hierro, zinc y calcio, que son los componentes importantes para la formación y recuperación de huesos y músculos; y del sistema inmunológico. La carne roja contiene altas dosis de hierro, que es muy beneficioso para el correcto funcionamiento del organismo y de fácil asimilación por parte de nuestro cuerpo.
Esto hace que la carne roja sea muy recomendable para mantener unos buenos niveles de hierro. Por otra parte, tiene un destacado contenido en grasa saturada y colesterol. El exceso de estos nutrientes tiene implicaciones negativas por su relación con ciertas enfermedades cardiovasculares.
Las carnes de res, alpaca, cerdo, cordero, conejo, venado, son ricas y aportan proteínas, vitaminas y minerales. Además de que está extremadamente recomendado no abusar de su cantidad, es importante la manera en que éstas son preparadas, ya que cuando la carne se cocina directamente al fuego podrían formarse compuestos cancerígenos y si se fríe en aceite aumentaríamos la cantidad de grasa.
Por lo tanto, la forma de cocinar la carne de un modo más saludable es cocerla al vapor, en sudados o cocinada en guisos. Para moderar la cantidad de calorías y colesterol, es conveniente preferir los cortes magros.
Estudios sobre la carne roja
Según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, los autores del metanálisis concluyen, tras ajustar las investigaciones por edad, índice de masa corporal (IMC), estilos de vida y factores dietéticos de riesgo, que un consumo diario de 100 gramos de carne roja (chuletón, chuleta, costillas, entrecot de vaca, de buey o de cordero) puede aumentar el riesgo de desarrollar la diabetes del tipo 2 en un 19% de los casos.
El consumo diario de 50 gramos de carne roja procesada o derivados cárnicos muy grasos (como por ejemplo un perrito caliente, una salchicha, una hamburguesa, dos o tres lonchas de bacón o embutidos) se asocia con un 51% de probabilidades más de riesgo de diabetes.


Cuando hablamos de carne roja nos referimos a la carne de ternera, buey y de cordero. Para llevar una dieta saludable, lo ideal es consumir este tipo de carne como máximo cuatro veces por semana.
Características de la carne roja
La carne roja tiene ese color debido a su alto contenido en mi globina. La mi globina es una proteína que se encuentra en el músculo y es de donde nuestro organismo obtiene el hierro.
Este tipo de carne, es importante fuente de hierro, zinc y calcio, que son los componentes importantes para la formación y recuperación de huesos y músculos; y del sistema inmunológico. La carne roja contiene altas dosis de hierro, que es muy beneficioso para el correcto funcionamiento del organismo y de fácil asimilación por parte de nuestro cuerpo.
Esto hace que la carne roja sea muy recomendable para mantener unos buenos niveles de hierro. Por otra parte, tiene un destacado contenido en grasa saturada y colesterol. El exceso de estos nutrientes tiene implicaciones negativas por su relación con ciertas enfermedades cardiovasculares.
Las carnes de res, alpaca, cerdo, cordero, conejo, venado, son ricas y aportan proteínas, vitaminas y minerales. Además de que está extremadamente recomendado no abusar de su cantidad, es importante la manera en que éstas son preparadas, ya que cuando la carne se cocina directamente al fuego podrían formarse compuestos cancerígenos y si se fríe en aceite aumentaríamos la cantidad de grasa.
Por lo tanto, la forma de cocinar la carne de un modo más saludable es cocerla al vapor, en sudados o cocinada en guisos. Para moderar la cantidad de calorías y colesterol, es conveniente preferir los cortes magros.
Estudios sobre la carne roja
Según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, los autores del metanálisis concluyen, tras ajustar las investigaciones por edad, índice de masa corporal (IMC), estilos de vida y factores dietéticos de riesgo, que un consumo diario de 100 gramos de carne roja (chuletón, chuleta, costillas, entrecot de vaca, de buey o de cordero) puede aumentar el riesgo de desarrollar la diabetes del tipo 2 en un 19% de los casos.
El consumo diario de 50 gramos de carne roja procesada o derivados cárnicos muy grasos (como por ejemplo un perrito caliente, una salchicha, una hamburguesa, dos o tres lonchas de bacón o embutidos) se asocia con un 51% de probabilidades más de riesgo de diabetes.


La carne roja tiene ese color debido a su alto contenido en mi globina. La mi globina es una proteína que se encuentra en el músculo y es de donde nuestro organismo obtiene el hierro.
Este tipo de carne, es importante fuente de hierro, zinc y calcio, que son los componentes importantes para la formación y recuperación de huesos y músculos; y del sistema inmunológico. La carne roja contiene altas dosis de hierro, que es muy beneficioso para el correcto funcionamiento del organismo y de fácil asimilación por parte de nuestro cuerpo.
Esto hace que la carne roja sea muy recomendable para mantener unos buenos niveles de hierro. Por otra parte, tiene un destacado contenido en grasa saturada y colesterol. El exceso de estos nutrientes tiene implicaciones negativas por su relación con ciertas enfermedades cardiovasculares.
Las carnes de res, alpaca, cerdo, cordero, conejo, venado, son ricas y aportan proteínas, vitaminas y minerales. Además de que está extremadamente recomendado no abusar de su cantidad, es importante la manera en que éstas son preparadas, ya que cuando la carne se cocina directamente al fuego podrían formarse compuestos cancerígenos y si se fríe en aceite aumentaríamos la cantidad de grasa.
Por lo tanto, la forma de cocinar la carne de un modo más saludable es cocerla al vapor, en sudados o cocinada en guisos. Para moderar la cantidad de calorías y colesterol, es conveniente preferir los cortes magros.
Estudios sobre la carne roja
Según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, los autores del metanálisis concluyen, tras ajustar las investigaciones por edad, índice de masa corporal (IMC), estilos de vida y factores dietéticos de riesgo, que un consumo diario de 100 gramos de carne roja (chuletón, chuleta, costillas, entrecot de vaca, de buey o de cordero) puede aumentar el riesgo de desarrollar la diabetes del tipo 2 en un 19% de los casos.


                                                                           diapositiva


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